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Abusan de la sanidad pública
Frente a la idea de que los inmigrantes colapsan la sanidad pública, bastan las
cifras. Según Sanidad, el uso que hacen de ella es un 15% menor que el de los
españoles.
La Sociedad Española de Medicina Comunitaria (semFYC)
confirma que los inmigrantes van al médico la mitad que los españoles: suponen
un 10% de la población, pero sólo un 5% de los pacientes. Tampoco colapsan las
urgencias. Además, los inmigrantes que llegan son jóvenes y sanos, ya que
han superado viajes peligrosos.
No se adaptan a nuestras costumbre
"¿Qué es y qué no es costumbre?", se pregunta el
sociólogo del CSIC, experto en inmigración, Vicente Rodríguez. Vecinos
escandalosos o sucios los hay, españoles o no. Y añade que es normal el choque
inicial con los inmigrantes, porque éstos ya son un número elevado. "No se
van a adaptar al día siguiente de llegar", añade.
A su juicio, también hay españoles con usos molestos, como
quitarse los cascos del móvil para que la música que escuchan atruene todo el
vagón del metro. Siete de cada 10 españoles e inmigrantes opinan que
"la vida cultural se enriquece con las personas de otros países",
según el Centro de Estudios de la Comunidad de Madrid. El 72% de los
inmigrantes tiene amigos españoles, y la mitad de los españoles trata con
extranjeros.
Vienen a cometer delitos
La población extranjera incide de forma directa en el
aumento de la delincuencia. ¿Verdad o mentira? Los datos desmontan el bulo.
Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad, lo expone con un ejemplo:
"En 2002, con la mitad de inmigrantes, la tasa de criminalidad era 1,5
puntos superior a la de 2006. Por lo tanto, no hay correlación entre
inmigración y delincuencia, por mucho que algunos irresponsables se empeñen en
establecer esa conexión". La
Policía confirma que el 63,5% de las bandas criminales son mixtas (integradas
por españoles y extranjeros).
Nos quitan el trabajo y no tienen formación
"¿Cómo pueden decir que nos quitan el trabajo si hay
dos millones de inmigrantes trabajando y nunca en los últimos 30 años ha habido
tan pocos parados españoles como ahora?", se indigna el sociólogo Lorenzo
Cachón. Según un estudio de La Caixa, no nos roban el trabajo, sino que crean
más: hasta junio del año pasado, 241.000 inmigrantes crearon una empresa.
Cachón añade que los inmigrantes ocupan empleos que los
españoles no aceptan. El bulo cae y desmonta otro mito: el
nivel de cualificación de los inmigrantes es superior al del puesto de trabajo
que ocupan. Además, excepto los africanos, en general vienen
igual o mejor preparados que los españoles.
Hay que luchar contra la ablación
La ablación en España es un delito que se castiga con hasta
12 años de cárcel.
Asociaciones, ONG, partidos políticos y la Agencia Española
de Cooperación Internacional y Desarrollo llevan años luchando contra
esta práctica, que en España no sólo se castiga con dureza, sino que incluso se
prohíbe la salida del país ante la sospecha de que una niña viaje para
someterse a una ablación. En Cataluña, una ley incluso autoriza a perseguir
casos en el extranjero.
Bajan el nivel de la Educación
"Es una falacia rotundamente falsa", afirma la
presidenta de la Confederación Española de Padres de Alumnos (CEAPA), Lola
Abelló. En su opinión, lo que ocurre es que deberían gestionarse mejor los
recursos de las escuelas, como crear clases de refuerzo para quien lo necesite.
El colegio San Cristóbal de Madrid, cuyo alumnado es un 60% inmigrante, obtuvo
la quinta mejor nota de toda la Comunidad en el examen que realiza la
Consejería de Educación a los alumnos de sexto de Primaria.
La presidenta de la CEAPA también puntualiza que tampoco es
verdad que los extranjeros quiten las becas a los nacionales: "Las ayudas
se dan a las personas que más lo necesitan y en este caso se trata de los
extranjeros que vienen con menos recursos". En su opinión lo que haría
faltas es un mayor número de becas.
Tienen costumbres como la poligamia
La Constitución española no
contempla la poligamia, que sí está permitida en algunos países árabes, ya que
así lo avala el Corán. El matrimonio español está regulado por el Código Civil,
que tiene la monogamia como nota definitoria. En Marruecos, el Código de
Familia establece que el marido pueda casarse por segunda vez si tiene permiso
de la primera mujer. Estos enlaces no llegaron al 3% en 2003. En Túnez está
penada como delito. En el judaísmo la poligamia también está permitida. Sin
embargo, en el estado de Israel se prohibió en 1959.
Tienen muchos hijos y copan las ayudas
Una aportación de los inmigrantes ha sido evitar que el país
siga estancado demográficamente, ya que la mayoría son jóvenes en edad
reproductiva. Eso no significa que tengan muchos hijos, ya que han adoptado el
modelo familiar español. Hemos pasado de tener la tasa más baja de natalidad
del mundo en 1999, con un 1,07, a un 1,37, según el padrón municipal de 2007.
El 17,6% de los nacimientos producidos en España en 2005 fue de padre y/o madre
extranjera.
Tampoco es cierto que copen las ayudas sociales. Por
ejemplo, en la Comunidad de Madrid, donde vive casi la cuarta parte de los
inmigrantes que residen en España, los extranjeros que perciben la renta mínima
de inserción no llegan
al 10%, según datos del sindicato CCOO.
Las musulmanas no van al ginecólogo
El tópico reza que las musulmanas van al médico con sus
maridos, que ni las dejan hablar ni que las exploren. Por supuesto, no van al
ginecólogo. El presidente de la Sociedad Española de Atención Primaria (Semergen),
Julio Zarco, explica que estas conductas existen, pero que desaparecen en
cuanto los inmigrantes se integran. El nivel de información de las inmigrantes de la
Europa del Este es muy similar al de las españolas, insiste Zarco.
Se dedican a la prostitución
No es cierto que la mayoría de las inmigrantes se dedique a
la prostitución, según explica Cristina Garaizábal, presidenta del colectivo
Hetaira de defensa de los derechos de las prostitutas. "Sí es cierto que
desde hace unos años la mayoría de las chicas que ejerce la prostitución en la
calle es extranjera, pero por la sencilla razón de que es el trabajo más duro,
que las españolas ya no quieren hacer", explica. Respecto a la
afirmación de que cada vez son más los inmigrantes que acuden a las
prostitutas, la presidenta de Hetaira asegura que es rotundamente falso:
"No hay estadísticas, pero la mayoría de los clientes de las chicas son
españoles, y muchos de ellos son fijos"
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